Y llegó el día. Hoy entra en imprenta. Siento que tengo tanto para decir al respecto, que se me amontonan las palabras y termina volviéndose el Síndrome de los Tres Chiflados. Lo único que me sale es un GRACIAS. Gracias a Lau Ponce y a Fer Pedernera, que trabajaron con tanta pasión y me acompañaron en cada parte del proceso. Gracias a mis amistades, a quienes me siguen, a quienes me apoyan y alientan y protegen y admiran y ayudan en un terreno que en más de una ocasión se volvió escarpado y en muchas más se volvía un paraíso. Perdón por la torpeza de mi redacción, estoy acá, con mi barba de una semana, mi ropa de entrecasa, con frío, escuchando a Bansara, mirando el reloj para no llegar tarde al trabajo, y lo único que me pasa ahora es este escalofrío interminable de padre que envía a su nena por primera vez al jardín, a que crezca y se divierta y conozca el mundo, y soy tan putamente feliz, carajo. Soy tan feliz que en cualquier momento me largo a llorar. Sólo tengo gratitud. El d...